Ingredientes
- - Para 4 personas:
- 12 pimientos de piquillo
- 2 patatas
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 3 dientes de ajo
- 3 huevos
- 1/2 cucharada de harina
- 1/2 copa de vino blanco
- azúcar
- agua
- aceite de oliva
- sal
- perejil
Elaboración
Para preparar la salsa de perejil, pela y pica los dientes de ajo y ponlos a dorar en una sartén con un chorrito de aceite. Añade 2 cucharaditas de harina y cocínala un poco. Vierte el vino blanco, mezcla y deja que se evapore. Pon las hojas de perejil en un vaso batidor. Cubre con agua y tritura con la batidora eléctrica. Cuela e incorpora poco a poco a la sartén, sin dejar de remover con la varilla.
Sazona, liga y reserva. Sazona los pimientos del piquillo y añádeles azúcar en la misma medida, para quitar la acidez. Ponlos en una placa para horno untada con una gotita de aceite. Hornea a 180ºC durante 8-10 minutos. Reserva.
Pela y pica la cebolla y ponla a pochar en una sartén con abundante aceite. Cuando esté dorada, pica el pimiento verde y añádelo. Pela y pica las patatas y agrégalas. Sazona y deja pochar. Escurre el aceite en un cuenco y reserva la sartén. Casca 3 huevos en un bol, sazona y bátelos. Incorpora la patata escurrida. Mezcla y cocina una tortilla en la sartén. Retira la tortilla a un bol y tritúrala con la batidora eléctrica. Pon la masa en una manga pastelera y rellena los pimientos.
Caliéntalos en el horno durante 2 minutos. Abrillanta los pimientos con el jugo que han desprendido en el horno.
Pon un poco de salsa de perejil en el fondo de cada plato y coloca encima 3 pimientos rellenos. Decora con una ramita de perejil.
Consejo
Cocinar con vino no tiene porqué suponer un problema para los niños, ya que el alcohol se evapora al hervirlo. Para dar color más oscuro a las salsas, cambia el vino blanco por el tinto.
Este es un plato de gran valor nutricional y fácil de masticar especialmente recomendado para las personas a las que les faltan piezas dentales, personas mayores o para quienes llevan aparatos correctores de ortodoncia y, por lo tanto, tienen dificultosa masticación.
Todos conocemos el valor nutricional del huevo. La ingesta diaria de un huevo aporta gran cantidad de nutrientes necesarios para estar sanos.
El huevo tiene colesterol, pero también tiene otras sustancias que nos protegen de ese colesterol: sus grasas insaturadas, el zinc, el selenio, las vitaminas A y E, la Vitamina B, la lecitina... Y todas estas sustancias nos protegen de las enfermedades cardiovasculares.
Podemos ingerir un huevo diario sin que esto suponga ningún riesgo cardiovascular para las personas sanas, siendo aconsejable en situaciones en las que el organismo tiene un desgaste extra, como es en el caso de los niños en crecimiento, gestación, lactancia y en las personas mayores para mantener la masa muscular.
El huevo aporta a estas personas proteínas de alto valor nutricional, con todos los aminoácidos esenciales y además son proteínas de fácil digestión.
El pimiento aporta minerales como el potasio, favoreciendo la diuresis y evitando la retención de líquidos. Esto lo hace muy interesante para los hipertensos y quienes tienen ácido úrico elevado en sangre.
Además tiene una gran cantidad de antioxidantes. Y su contenido en fibra contribuye a mantener sano el intestino, facilitando el tránsito intestinal y evitando el estreñimiento.
Para que el menú sea equilibrado, tomaremos de primero un puré de verduras a base de puerro, zanahoria, calabacín y patata; y de postre un batido de frutas.
PIMIENTOS RELLENOS CON CREMA DE TORTILLA